¡Hola mis queridas veganitas y veganitos! Este queso vegano de soja que os enseñaré hoy es muy camaleónico, porque podéis darle vuestro toque personal y cambiarle el gusto según la ocasión o hacer varios (ya que son pequeñitos) de diferentes sabores. Tiene una textura muy sedosa y es ideal para untar o dipear.

Os explicaré como hacer el queso base que es muy fácil y rápido. Los quesitos con sabores los conseguiremos añadiendo otros ingredientes en función de nuestros gustos; las mezclas pueden ser infinitas.
Antes de empezar os dejo algunos consejos:
- Es MUY IMPORTANTE que la bebida de soja que escojáis sea sin azúcares añadidos, solo agua y habas de soja. Que alguna vez me equivoqué por no mirar los ingredientes y sale un queso sabor vainilla rara… no lo recomiendo.
- Este queso una vez preparado lo podéis guardar en la nevera un máximo de 5-6 días. No lo congeléis porque como tiene mucha humedad, las partículas de agua se congelarán en su interior, se expandirán y quedará una textura diferente.
- Si preferís que tenga un sabor más neutro, en vez de mezclar los ingredientes elegidos para saborizar, podéis rebozar el queso ya formado con pimentón dulce, con perejil seco, con una mezcla de hierbas aromáticas picaditas…

Bueno, ¡vamos a ello!
Detalles
Preparación para unos 200g
5 minutos + 12 horas escurriendo
5 minutos
217 kcal/100g

En su formato base, el que vamos a hacer, está muy rico encima de unas tostaditas de pan y acompañado de membrillo o mermelada de cualquier fruta. Esto sería para mi un desayuno exquisito.
Ingredientes
1 Litro de bebida o leche de soja sin azúcar.
Zumo de 1 limón.
1 cucharadita de sal.
3 cucharadas de levadura nutricional.
1 Cucharadita de miso.
Instrucciones
- Poner a calentar la leche de soja en una olla o cualquier recipiente que se preste.
- Cuando empieze a hervir, añadir el zumo de limón y la sal.
- Bajar el fuego y seguir hirviendo 4 o 5 minutos removiendo sin parar. Veremos como se separa; tendremos una parte sólida en forma de grumos, y una parte líquida en forma de suero.
- Retiramos del fuego y esperamos 5 minutos.
- Ponemos a colar el contenido de la olla. Para colar utilizaremos un colador de tela de algodón, un trapo limpio de algodón fino o una tela tipo gasa muy tupida.
- Lo escurriremos muy bien y lo pondremos dentro de la nevera, colgado si puede ser o envuelto en un paño de cocina para que suelte todo el líquido posible; como mínimo 2 o 3 horas.
- Transcurridas las 2 o 3 horas lo sacamos de la nevera y lo mezclamos con la levadura nutricional y el miso.
- Si le queremos dar un toque de sabor este es el momento. Podemos añadir cebollino picado y tomates secos hidratados y picaditos. Otra opción seria orégano fresco y cebolla seca (escamas de cebolla) picada muy chiquitina. También podeis mezclarle hierbas provenzales y pimienta blanca. Cualquier ingrediente que penseis que puede estar rico, pues ese, utilizadlo para saborizar el queso.
- Mezclar bien y poner en un molde. Guardar en la nevera y esperar al menos 8 o 10 horas, para que coja bien los sabores, y ya lo podremos consumir.

Si queréis formar mini quesitos individuales con formas divertidas, echar un vistazo a unos moldes como los mios, aquí te dejo el enlace, clica para ver.
En este vídeo os enseño también el resultado de saborizarlo con pieles de cítricos en almíbar, pero el proceso para obtener el queso base es el mismo, solo que aquí elegí saborizarlo en plan dulce. Os dejo la videoreceta aquí abajo:
Desde que empecé a hacer queso en casa, de una manera tan simple y tan económica, ya no compramos ninguno comercial; y es el que con el queso vegano de patata que os enseñé en mi primera entrada y este de soja… pues eso, que podemos elgiir según la hora del día o la receta que hagamos.
Espero que os haya gustado esta segunda receta de queso, y si la habéis probado contadme qué os ha parecido. Adéuuu!
Tengo que probarla
¡Ya tardas! 😉 seguro que te gustará. Saludos